Llevo varios días dandole vueltas al asunto y no podía dejar pasar la oportunidad de compartirlo con mis lectores.

Esta semana el maquillador Baltasar Gonzalez hizo un directo en su cuenta de instagram donde compartía con su público su visión en cuanto a la evolución del maquillaje. Comenzó el directo poniendo como ejemplo una situación que vivimos cada semana los maquilladores que trabajamos en el ámbito social. Es la pregunta que nos formulan muchas clientas. No recuerdo con exactitud la pregunta del directo, pero decía algo así: ¿Qué me sienta bien? , ó ¿qué colores me favorecen más?. A lo que Baltasar respondería “no lo sé”.

Me pareció super interesante que esa fuera su respuesta. A mi me ha pasado esto infinidad de veces, y después de contestar mi opinión como maquillador, resulta que a la clienta pues tampoco le cuadra, con lo que, quizás lo mejor para responder hubiese sido “NO LO SÉ”

Considero que es muy difícil asesorar profesionalmente a una clienta, ya que quizás su visión del maquillaje esté manipulada por los medios de comunicación, marcas influyentes o simplemente por su grupo de amigas. Con lo cual nunca podrá tener la misma visión que nosotros como profesionales.

Entiendo y he sido participe de ello como alumna, que hay centros y maquilladores que directamente te enseñan las “reglas” del maquillaje, las formas y técnicas que sientan bien a cada rostro, los colores de temporada que toda clienta debe de llevar, etc… A mi me enseñaron así hace ya bastantes años y he trabajado así durante varios años, hasta que por mí misma he ido sintiendo y sabiendo que estaba muy equivocada con lo que hacía.

En mi forma de entender el maquillaje, no entra la corrección de la morfología del rostro. ¿Cómo le voy a cambiar de forma el tabique nasal a alguien?, ¿cómo voy a agrandar los ojos?, no tengo una varita mágica. La palabra corrección en mi studio está prohibida.

No tiene mucho sentido que cómo profesionales dictemos a nuestras clientas lo que les va bien o no, si le aplicaríamos un color de labios u otro, o maquillarla acorde con los colores de su ropa, me parece ridículo, pero a día de hoy me encuentro muchas clientas así, que me piden el asesoramiento, un asesoramiento que les doy encantada pero que pocas veces se lleva a cabo, ya que no llegan a entender el motivo del porqué les recomiendo unos acabados u otros.

Por suerte, a día de hoy son muchos los compañeros de profesión que comparten esta visión de la profesión, algunos con mucha influencia en España y fuera de ella, cosa que se agradece ya que con su mensaje van despertando la curiosidad de otros profesionales que quizás puedan seguir estancados en la vieja escuela.

Por otro lado, me gustaría transmitir que me siento muy orgullosa de aprender de las personas que he aprendido, todas y cada una de ellas me han aportado mucha sabiduría y conocimiento para poder dedicarme al maquillaje profesional, más concretamente a la formación y eventos nupciales.

Aprovecho esta entrada donde en pocas palabras lo que os quiero transmitir es que en el maquillaje todo vale, para compartiros las fotos del último look, nada común como podréis ver, pero que me hace sentir segura, diferente y con personalidad.

Espero y es mi deseo que os haya gustado esta entrada, por supuesto el mundo es muy grande y habrá muchas visiones distintas en cuanto a la profesión del maquillaje, puedes compartir mediante un comentario tu visión, puede ayudarme a mejorar y puedes ayudar a otras chicas que quizás estén en la búsqueda de su identidad como profesional.

 

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