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SORTEO REACTIVADO EL 23/04

Parece que poco a poco todo vuelve a la normalidad, por lo que vamos a REACTIVAR el sorteo de este fantástico libro de Kevyn Aucoin. Para participar tan sólo tenéis que dejar una reseña positiva de 5 estrellas. Aprovechad y dejadnos un comentario de qué es lo que más os gusta del podcast o cosas que os gustaría escuchar, y lo prepararemos encantados. Para poder publicar valoraciones necesitas una cuenta de Google Gmail. Se podrá participar hasta el 15 de Mayo.

Biografía de Kevyn Aucoin

Lo que habéis escuchado, es la voz de Kevyn Aucoin, no sólo uno de los mejores maquilladores de la historia, sino también la de una persona que merece la pena recordar, no sólo por sus vivencias ni por sus logros, también por el bonito mensaje de aceptación y superación que dejó al mundo para compartir y aprender.

Kevyn nació en la ciudad de Lafayette, en Luisiana un 14 de Febrero de 1962. Una ciudad con una cultura particular, madre de la cultura cajún con influencias Francesas y Españolas. La carismática personalidad de Kevyn Aucoin se forjó desde la infancia. Se crió en un ambiente traumático, marcado por los abusos en un entorno rural del sur de Estados Unidos. 

Cuando tan sólo era un bebé, fue adoptado por Thelma e Isidore quien se encargaron de su educación junto a sus tres hermanos Carla, Kim y Keith. Fue un niño muy querido, contó con el apoyo de sus padres y su familia, aunque su infancia no fue nada fácil.

Así fue la infancia de Kevyn Aucoin

De hecho, Aucoin, nunca superó el vacío y el trauma de ser adoptado. “Más que elegido, me sentía como no querido.”, manifestó en una entrevista. Un episodio que siempre compartía con sus entorno más cercano. Nieto de un integrante del Ku Kux Klan, se crío en una homófoga ciudad donde creció sufriendo bullying y amenazas hasta su adolescencia.

A los seis años descubrió que era homosexual. “Era aterrador, me pegaban cada día, sólo tenía a Barbra Streisand.”, contaba en una de sus entrevistas televisadas. Sus padres siempre apoyaron a Kevyn, aún siendo un tema del que no se hablaba libremente en su comunidad. Cuando llegó al instituto tuvo que dejar las clases porque sus compañeros le amenazaban de muerte e incluso intentaron atropellarlo.

Aunque su paso por el colegio también dejaba ver la personalidad de Kevyn, que buscaba la belleza entre sus compañeros de clase, aquellos menos populares o agraciados. Él veía la belleza que tenían, más allá de las propias limitaciones que se ponían cada uno de ellos. Siempre vio la belleza allí donde la gente no podía verla, y fueron sus primeros modelos y lienzos donde aprendió a maquillar.

Kevyn Aucoin fue una de esas personas encantadoras cuyo talento floreció temprano: a los 11 años, maquillaba y hacía posar a su hermana Carla, de 6 años, con resultados casi profesionales. Su madre también era una constante en la vida de Kevyn, a la que maquilló en infinidad de ocasiones y por la que sentía auténtica devoción. Ya desde joven tenía el don de hacer sentir a la gente especial. Como la propia Gwyneth Paltrow decía:  “Podría hablar durante horas sobre el gran talento, la versatilidad y la genialidad de Kevyn, pero en lugar de eso, simplemente diré que lo mejor de que te maquille es que te permite pasar tiempo con él”.

Kevy Aucoin consigue su primer trabajo en Vogue

Se trasladó a Nueva York a principios de los ochenta con solo 18 años, y pronto tuvo su gran oportunidad, trabajar junto a Steven Meisel para Vogue. Pasó de cobrar 150 dólares por sesión a 10.000. 

Pero no todo fueron éxitos. En su vida personal Kevyn se puso en contacto con su madre biológica, que lo rechazó hasta en dos ocasiones por ser gay, con palabras bastante desafortunadas que marcaron su vida personal y su carrera como maquillador. Optó por el activismo LGTBI y difundía mensajes de apoyo para niños de la comunidad gay con sus amigas celebrities. En ellas buscaba el apoyo materno que nunca tuvo.

Cuando lo llamaron para hacer su primer trabajo para Vogue lloró durante dos días y no podía creérselo, fue uno de los días más felices de su vida. Para Aucoin, el maquillaje solo debía servir para ayudar a que una mujer descubriese esa belleza en sí misma. Bajo esa consigna se convirtió en uno de los maquilladores de famosos mejor pagados de la historia, y trabajó con centenares de celebridades de la época. También era una persona obsesiva con documentar todo, y grabó todas y cada una de sus sesiones de trabajo, así como momentos clave de su vida que a día de hoy pueden verse en varios documentales.

Por sus manos pasaron Cher, Janet Jackson, Tina Turner o Whitney Houston. También Kate Moss, Naomi Campbell, Christy Turlington o Cindy Crawford, con la que hizo otras 18 portadas. Fue el hombre detrás del look de Gwyneth Paltrow la noche que ganó el Oscar a la mejor actriz, y también se convirtió en el maquillador favorito de Oprah Winfrey. Le apasionaba transformar a los famosos en otros, incluso usando prótesis. Lo hizo con Liza Minelli, a la que convirtió en Marilyn Monroe, o a Winona Ryder en Elizabeth Taylor.

Era el maquillador por excelencia, no sólo por su trabajo. Sino también por su carácter extrovertido, fue adorado por casi todos los que pasaron por su vida. Actrices, modelos, amantes y examantes. Todos se convirtieron en parte de su excéntrica familia pero ninguno pudo detener la espiral descendente de drogas que tomó para tratar su dolor crónico. 

Libros de Kevyn Aucoin

Escribió varios libros de culto dentro del mundo del maquillaje. Making Faces, se publicó en Español en 1998 por RBA Editores aunque a día de hoy está descatalogado, es posible encontrarlo con bastante dificultad en mercados de segunda mano. The Art of Makeup o Face Forward que también fue publicado en español bajo el título Más que Maquillaje. Libros que han marcado las bases de la cosmética, llenos de fotografías y tutoriales paso a paso y sobre todo, se puede ver el cariño con el que Kevyn veía a las personas. Tres best sellers sobre maquillaje que provocaban tsunamis de fans en las librerías en cada lanzamiento.

Erik Sakas fue su pareja durante muchos años, y socio durante los 90 donde trabajaron mano a mano en todas las pasarelas más importantes del mundo. Aún cuando ya no fueron pareja, mantuvieron una muy buena relación, siendo Sakas quien produjo la línea cosmética de Kevyn Aucoin Beauty.

La vida sentimental de Kevyn Aucoin y su delicado final

Su última pareja sentimental fue Jeremy Antunes, con quien se casó en una ceremonia no oficial en Hawai en el año 2000, ya que hasta 2004 no se aprobaron las uniones civiles entre homosexuales en el estado de Luisiana. En el 2001, justo un mes después de lanzar su propia línea de cosmética, se le diagnosticó un raro tumor en la pituitaria. 

Una semana antes de morir, Kevyn Aucoin se sentó en la cama que compartía con Jeremy Antunes, su esposo, en su granja en Middletown, Nueva York, y escuchó el últimatum de Jeremy. “Te quiero”, pero me prometiste que no harías esto más, y no voy a quedarme sentado viendo cómo te matas”.

Hacia ya tiempo que la pareja discutía constantemente por los problemas de adicción de Kevyn. Padecía de una afección llamada acromegalia, un tumor en la glándula pituitaria que hace que el cerebro siga segregando la hormona del crecimiento.

En los últimos cinco años de su vida, Aucoin creció cinco centímetros y aumentó dos tallas de zapatos y anillos. Para aliviar los constantes dolores que padecía tomaba Vicodin, Lorcet, Xanax y Soma, convirtiéndose adicto a estos medicamentos.

Según su pareja parecía incoherente, lento, como si estuviese borracho. En medio de una grabación del video de Cher “Song for the Lonely” se desmayó por completo, algo que se convirtió en rutinario.

Fue un problema reconocido, ya que junto a su pareja, fueron a terapia en un centro de tratamiento en las afueras de Phoenix, dónde Jeremy tuvo que amenazar de nuevo con abandonarle si no se lo tomaba en serio los problemas con su adicción. Kevyn hizo progresos, pero no duraron mucho.

Nadie esperaba el trágico final

Sus amistades intentaron ayudarlo sin éxito, ya que veían el deterioro continuo del artista, pero ninguno se imaginaba el tráfico final. Esa mañana, en la cama, Jeremy le dijo a Aucoin que se iba durante una semana para tener una perspectiva de la situación. 

Al poco tiempo Jeremy volvió a ver a Aucoin. Estaba en una cama de hospital, conectado a un ventilador. Cuatro días después, murió.

Cuando Aucoin murió, en el Centro Médico de Westchester el 7 de mayo, se informó que su muerte fue el resultado de “complicaciones” relacionados con su enfermedad. Las celebridades con las que trabajaba parecían realmente deshechas. 

Dejó atrás multitud de familia, amigos y conocidos a los que marcó para siempre. Todos dejaron frases para el recuerdo. Todos coincidían en la gran personalidad y talento de Kevyn. Ese día para para muchos, murió parte de la industria del maquillaje.

Tras la muerte de Kevyn Aucoin

Sus padres, Thelma e Isidore Aucoin fueron miembros activos las Asociación de Lafayette de Padres, familias y amigos de lesbianas y gays, y han estado trabajando con la organización durante quince años.

Eric Sakas antiguo novio de Aucoin antes de Antunes y fue el presidente y director creativo de Kevyn Aucoin Beauty, la compañía Aucoin creada para lanzar su línea de maquillaje, para la cual había completado las fórmulas y el packaging justo antes de su muerte.

Jeremy Antunes no tuvo mucho amparo en la familia, tras su muerte fue repudiado y echado de su vivienda que compartía con Kevyn y aunque se han negado a hacer declaraciones, los padres mantienen distancia con todo lo relacionado a su vida. A día de hoy luce un tatuaje en su brazo con el nombre de Kevyn en medio de un gran corazón. Sin duda, un personaje con mucho que contar.

Tras su muerte se recuperaron centenares de cintas de grabaciones privadas del maquillador, que nutren buena parte del documental. Cuando nadie grababa entre bambalinas, él siempre llevaba la cámara. Se han convertido para muchos en pequeñas cápsulas del tiempo donde han visto recuperados el recuerdo de Kevyn Aucoin, que seguirá vivo por mucho tiempo.

“Existen tres hombres en mi vida que tuvieron la habilidad de hacerme sentir la única persona del mundo al mirarte, solo con sus ojos: una fue Sinatra, la otra fue el Papa y la tercera fue Kevyn

– Mary Tyler Moore

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