De nuevo volvemos Marco y yo con otro podcast. Esta vez con un tema por el cual me preguntáis muchísimo, sobre todo cuando me veis en persona. Cómo bien os cuento en el audio, considero que tengo una piel “perfecta” , sorprendentemente , sin seguir una rutina facial marcada o llevada por infinidad de productos.  Os invito, si queréis saber cuales son mis hábitos a que entréis en el audio.

 

 

Para este tema he querido contar con la colaboración de Raquel Castillo, más conocida cómo @raquelwoomakeup. 

Raquel es maquilladora y actualmente tal y como le comenté a ella, quería que contribuyera en este tema, ya que ella, es una de las chicas de este país que más confianza me aportan en cuanto a criterio profesional. Si la seguís, sabréis que no es una chica que esté continuamente recomendando y enseñando productos. Enseña lo justo y necesario. A mi parecer lo que muestra siempre es de interés y da una información personal al mismo tiempo que sincera.

El texto que os dejo aquí debajo, es su opinión, reflexión y rutina facial, que casualmente, es muy parecida a la mía.

 

Hasta no hace mucho seguía la típica rutina interminable compuesta, los días que menos, por 6-7 productos.

A pesar de llevar una rutina supuestamente completa y personalizada, mi piel no se acercaba nada a mi concepto de “piel perfecta”. Cada vez tenia más acné y reacciones alérgicas, y seguía viendo mi piel igual de deshidratada que siempre. Era obvio que este tipo de rutina no me estaba funcionando, pero no sabía muy bien porqué.

¿Y si lo que estaba provocando que mi piel se viera así se debiera precisamente a la utilización de tantos productos? Casualmente las mujeres que conozco con mejor calidad de piel apenas siguen una rutina o llevan una muy simple y minimalista. ¿Tendrán la clave estas mujeres?

Creemos que por utilizar decenas de productos vamos a conseguir una piel perfecta y en la mayoría de ocasiones la realidad es bien distinta.

Decidí entonces, después de reflexionar mucho, seguir la rutina más básica posible. Actualmente me bastan dos o tres productos para realizar mi rutina: gel limpiador suave + hidratante básica o aceite + protector solar. 

La limpieza la considero fundamental y es un paso que no me salto nunca. Mantener la piel hidratada también es esencial pero de vez en cuando me gusta no aplicar nada después de la limpieza y así dejar “descansar” la piel. No sé si esto tiene sentido o realmente resulta efectivo, pero no me va mal.

Si voy maquillada, retiro antes la mayor parte del maquillaje con cualquier aceite y muselina. Puntualmente, y sólo cuando considero que de verdad lo necesito, utilizo un exfoliante, concretamente un tónico con una concentración bajita de ácido glicólico.

Los días que elijo hidratar mi piel  opto por productos básicos y sin muchos ingredientes y activos que probablemente no tengan ningún beneficio real en nuestra piel. Por eso mi opción preferida son los aceites. Mi favorito es el de jojoba y rosa mosqueta.

Por supuesto la protección sola no puede faltar en mi rutina. La limpieza y la protección me parecen los pasos más importantes en una rutina.

Sigo sin tener la piel de mis sueños, pero cada vez la aprecio mejor. No tengo acné como antes y ya no sufro reacciones alérgicas en la piel. En consecuencia me maquillo muchísimo menos, una piel mucho más saludable.

Y a pesar de todo lo mencionado, considero que si no seguimos una alimentación saludable y unos buenos hábitos, ninguna rutina o tratamiento servirá para nada.

 

 


 

Os dejo por aquí el enlace del libro, del que os hablo en el audio. Este libro lo he mostrado varias veces en mis stories, y siempre me preguntáis mucho por el. Se llama “Vamos a comprar mentiras” y podéis encontrarlo aquí

Os vuelvo a animar, de nuevo por aquí, a que participéis en el podcast. Cualquier comentario, reflexión, hábito, etc, puede servirnos de ayuda a las demás. Por supuesto, también te animo a compartir este tema con todas las personas a las que creas, que les puede interesar.

 

Nos leemos, y nos oímos!!

 

[ultimatemember form_id="22988696"]
Solicita Información